Ronaldo empezó jugando al fútbol sala con el Valqueire y más tarde con el Social Ramos, dos clubes de las barriadas de Río. Al cabo de poco tiempo dio el salto al fútbol de campo con el modesto São Cristóvão. A pesar de ser lo suficientemente joven para ser convocado para su equipo sub17, en 1993 uno de los clubes más importantes de brasil el Cruzeiro de Belo Horizonte, se fijó en él y no tardó en ficharlo.

El chico maravillas inició su carrera profesional de forma precoz y muy pronto empezó a demostrar todo su potencial. A pesar de tener sólo 16 años, marcó 12 goles en 14 partidos en su primera campaña en el campeonato brasileño. El año siguiente marcó 23 goles en el Campeonato Mineiro, se proclamó máximo goleador y contribuyó a que el Cruzeiro se alzase con el título de campeón. En reconocimiento a su magnífico rendimiento, fue convocado con la selección de brasil que iba a participar en el Mundial de EE.UU. en 1994. Igual que Pelé, viajó por primera vez a la fase final del Mundial a la tierna edad de 17 años, e igual que Pelé volvió con el trofeo en sus manos.

Después de USA 94, la estrella emergente de brasil dio el salto al club holandés del PSV Eindhoven, equipo en el que su presencia se hizo notar de inmediato, hasta llevarlo a la consecución de la Copa de Holanda en 1995. El jugador brasileño se convirtió en el máximo goleador de la Eredivisie, y sus actuaciones eran tan prolíficas que su mera presencia sobre el terreno de juego ya era suficiente para causar el pánico entre los defensas del equipo rival.